Hay misterios ocultos que uno jamás podría desentrañar.
" Como cuchillos fueron nuestros besos
en tanta sombra hiriéndonos callados.
Vida o muerte nos dimos muchas veces,
tan ebrios de aquel vino con ceniza
que la luna vertía en nuestro pecho.
¿ De qué nos escondía nuestra carne?
La luz llegó desnuda, devolviéndonos
lo robado a la noche, su mentira,
y el recelo acampó sus negros potros
en el desierto campo de batalla "
Abelardo Linares.
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