Siempre he pensado que la memoria es un dedo tembloroso. Leo un poema con un título muy adecuado para estos días...
" Que me dejes en paz, que ya me aburres. Mira
que eres pesada. A estas alturas de la vida
ya te conozco algo, especie de Antoñita
la Fantástica, y es estúpido que sigas
intentando enredarme-que si aquella llovizna,
que si los viejos robles, el olor de Galicia,
las vacas, los abuelos, las campanas...-. No insistas :
ya sé que todas tus historias son mentira,
que nada sucedió como tú me lo pintas.
Déjame en paz, memoria; no me cuentes mi vida "
Miguel d´Ors.
1 comentario:
Retractarse de algo que se acaba considerando erróneo, es de buena gente y clara inteligencia. A veces hay que hacerlo.
La memoria, ay, como la conciencia, son puñeteras.
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