martes, 13 de octubre de 2009

CORA.


A mi padre le encantaba Lana Turner y por ende la película "El cartero siempre llama dos veces"; evidentemente la versión original, la genial, la de 1946 dirigida por Tay Garnett. Esta tarde me apetecía volver a la novela, una novela de James M. Cain que es puro fuego...

"...Fui a mi habitación y traje una botella de whisky que todavía estaba casi llena. Bajé a la cocina, tomé dos grandes vasos de refresco, unos cuantos cubitos de hielo, soda, y volví. Cora se había quitado el sombrero y se había soltado el pelo. Llené los vasos con un poco de soda, dos cubitos de hielo y mucho whisky.

- Toma, Cora, bebe. Te sentirás mejor. Estas mismas palabras me las dijo Sakett cuando me echó el muerto encima. ¡ El muy sinvergüenza !

- ¡ Uf !...¡ Qué fuerte está esto Frank !

- ¡ Claro que está fuerte ! A ver, tienes demasiada ropa.

La llevé a la cama. Ella no había soltado el vaso, y una parte del contenido se derramó en el suelo.

- No importa, todavía queda mucho en la botella.

Empecé a quitarle la blusa.

-¡ Arráncamela, Frank ! ¡ Arráncamela como aquella noche !

Le arranqué toda la ropa. Ella doblaba el cuerpo, se movía lentamente para que las prendas saliesen con mayor facilidad. Después cerró los ojos y se quedó con la cabeza apoyada en la almohada. Los cabellos le caían en ondas serpenteantes sobre los hombros. Tenía los ojos oscurecidos y sus pechos no se alzaban desafiantes y puntiagudos, sino que se ofrecían suaves y extendidos como dos amplias curvas rosadas. Parecía la bisabuela de todas las putas del mundo. El diablo no quedó desfraudado aquella noche "

James M.Cain (1892-1977)

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