viernes, 8 de junio de 2012

" EL ANIMAL MORIBUNDO "


 Me alegra la concesión del  Premio Principe de Asturias de las Letras a mi admirado Philip Roth. Tarde de viernes, Consuelo Castillo y un buen Bourbon.

     " Los celos. La incertidumbre. El temor a perderla, incluso cuando estaba encima de ella. Unas obsesiones que, pese a mi variada experiencia, no había tenido jamás. Con Consuelo, como no me había sucedido con ninguna otra, el trasvase de confianza fue casi instantáneo.
    Así pues, nos acostamos. Sucedió con rapidez, no tanto por lo embriagado que yo estaba como por su falta de complejidad. O llamémoslo claridad. Llamémoslo una madurez recién acuñada, aunque yo diría una madurez más bien sencilla : ella se hallaba en comunión con su cuerpo de la misma manera en que deseaba y no podía estar en comunión con el arte. Se desvistió y no sólo la blusa era de seda, sino también la ropa interior. Era ropa interior casi pornográfica. Una sorpresa. Uno se da cuenta de que ha elegido esas prendas para complacer. Uno sabe que lo ha hecho pensando en un hombre, aunque ningún hombre llegara nunca a verla. Sabes que no tienes idea de cómo es ella, de lo inteligente que es o lo estúpida que es, de lo superficial que es o lo astuta que es, lo artera, lo juiciosa, incluso lo perversa que es. Con una mujer reservada de semejante poderío sexual, no tienes ni idea y nunca la tendrás. Su belleza disimula la maraña que es su carácter... "

                Philip Roth.

               ( Foto de Nina Leen )

2 comentarios:

Ula dijo...

Los hombres de esta categoría intelectual y poco sexual generalmente, se hacen estas preguntas. Lo mejor es vivirlo y no racionalizarlo tanto: Me gusta Roth escribiendo y muchos más, la pena es que estén tan verdes sexualmente hablando, jaja.

Saludos

Anónimo dijo...

A mi me parece una definición excelente. Ni nosotras las mujeres somos conscientes de nuestros misterios. No deja una de sorprenderse de si misma nunca.

Un abrazo.

Carmen Pulido