domingo, 10 de junio de 2012
NAUFRAGIOS DE SANGRE Y SAL.
Fascinación de la memoria. Marinas expuestas al oleaje de amores furtivos...
" Muchos de los gigantes del mar desaparecieron como el "Viceroy of India " que tenía un salón copiado del castillo de Walter Scott o como se fue el " France " con su decoración dorada y versallesca. Pero he visto pasar por delante de mis ojos fascinados de niño otros palacios flotantes : el " Rafaello" (recuerdo el diseño de las llaves de la cabina que era una pieza digna del Renacimiento y los menús con el rostro delicado de la Madonna del Jilguero) (...)
Nunca olvidaré los instantes mágicos de la arribada a los puertos, asomado a la borda, en la bruma ligera del amanecer, sintiendo el helado rocío de la mañana y con los labios cubiertos de sal. Recuerdo las salidas de Lisboa en las travesías atlánticas, llevando en el alma las lágrimas de una noche de fados y despedida. Me veo llegando a Génova, contemplando cómo se dibujan las colinas detrás de la ciudad, después de una marejada en el golfo de Lyon. Y siento un escalofrío de viento y agua salada, como si estuviese ahora cruzando el estrecho de Gibraltar, acompañado por la juguetona danza de los delfines... Así nació mi vocación de marino, unida a tantas lecturas de Salgari y Julio Verne... "
Mauricio Wiesenthal.
( Foto de Florence Henri )
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