Antes de irme a una reunión, cita semanal con Torrente Ballester. Me habla de Guadalupe.
" ... La historia nada dice de su primer amante : hay que confiarse por entero a la leyenda. Y la leyenda, en este punto, se le muestra favorable. Asegura que un defensor de la Patria, perseguido y doliente de varias heridas- eran los ominosos tiempos del virreinato-, llamó a su puerta cuando los sabuesos de la opresión estaban a punto de darle caza. Guadalupe lo recogió, lo ocultó, lo cuidó, incurriendo por esta caridad en la pena de muerte que los gachupines aplicaban a todo encubridor de insurrectos. El encubierto era mozo y agradable, hombre apasionado por incapacidad para cualquier acción y reflexión. Se enamoró de Guadalupe como un loco, y no hubiera sabido enamorarse de otra manera. En cuanto a ella, le correspondió con ardor duplicado, porque la casualidad le ofrecía ocasión de experimentar sus proyectados libertinajes y porque el mozo le gustaba. Lo que pueda decirse de estos amores carece siempre de base documental (...) Vivieron un idilio dramático, muy Angélica y Medoro, hasta que el joven patriota, a causa del ejercicio intensivo a que gustoso se sometía, murió en brazos de Guadalupe, sorprendida de que el amor no fuese en aquella ocasión la adecuada terapéutica para las heridas de su amante..."
Gonzalo Torrente Ballester ( 1910-1999 )
( Foto de Eric Rose )
No hay comentarios:
Publicar un comentario