Tarde de domingo con un brandy y la lectura de don Pío.
" Yo me creí un hombre joven, protoplasmático, poco entusiasta de las formas hasta que hablé con gente rusa. Desde entonces me sentí más perfilado, más latino, más viejo de lo que yo me suponía.
- Me parece usted un hombre del " Ancien régimen"- me decía una señora francesa en Roma.
-Yo, imposible.
- Sí- afirmaba ella-. Un hombre de conversación. No un abate elegante y peripuesto, pero sí un abate un poco único y malhumorado, que le gusta sentirse selvático en el ambiente confortable de un salón.
Esta frase de la señora francesa me hizo pensar.
¿ Andaré yo bordeando los alrededores del templo de Apolo sin pensarlo ?
Mi vida literaria quizá no es más que un viaje desde el valle de Dionysios hasta el templo de Apolo.
Alguno pensará que ahí, en la primera grada del templo de Apolo, empieza el artista. Cierto. Ahí, en la primera grada, acabo yo "
Pío Baroja ( 1872-1956 )
( Foto de Marcelo Montecino )
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