El capitán Francisco de Aldana murió en la batalla de Alcazarquivir, batalla de la que derivó el Sebastianismo. Aldana tuvo vida ajetreada, fue fiel servidor de la Corona y gran poeta.
" Solías tú, Galatea, tanto quererme,
con un deseo tan vivo y tan ardiente,
que estando un solo punto de mí ausente
de perdida temías luego perderme.
Agora, ya crüel, no puedes verme;
¿ cuál nueva sinrazón, cuál accidente,
nueva tigre crüel, nueva serpiente,
te hacen contra mí sin defenderme ?
Tirsis dijo esto convertido en río,
y queriendo seguir : " El niño arquero
sabe, mi bien, cuán grave mal sostengo ",
responde ella llorando : ¡ Ay Tirsis mío,
si más que estos dos ojos no te quiero,
que pierda yo la luz que en ellos tengo ! "
Francisco de Aldana ( 1537 ?-1578 )
( Foto de Ann Gunning )
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