Tuvo una vida ajetreada de luchas y amores. La poesía de don Diego de Silva, conde de Salinas y marqués de Alenquer, sigue los cánones de su tiempo, con escasas diferencias ya apuntadas por su principal estudioso, Don Luis Rosales. Con los churros dominicales y el café cargado, leo sus sonetos.
" Amado engaño de la fantasía,
de la color vestida del deseo;
esfuerzo contra el tiempo y su rodeo;
gusto que como sombra se desvía;
luz aparente que cegando guía;
culpa y vida del loco desvaneo :
¡ sin alcanzar jamás lo que deseo
se me figura en ti cuanto querría !
Dulce sueño de un alma desvelada
en sólo buscar sueño al pensamiento
por dilatar el bien del mal postrero;
largo morir y muerte alimentada
de la sangre mejor del sufrimiento
por quien muriendo vivo y nunca muero "
Conde de Salinas ( 1564-1630 )
( Foto de Herbert Tobias )
3 comentarios:
Me encanta esta canción y hacia tanto tiempo que no la escuchaba que me ha conmovido.
Un abrazo.
Marisa
Desfallezco y vivo en el amor leyéndolo, hermoso...
Otro abrazo!
Soy una enamorada de tu blog.
Me falta leer muchísimo todavía, pero te dejo algo que leí hace un tiempo en él:
"El buen café debe ser
negro como el diablo,
ardiente como el infierno
y dulce como un beso."
Refrán húngaro.
Veo que te gusta de ese modo.
A mí no muy cargado y dulce. ;)
Un beso
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