miércoles, 16 de junio de 2010

" LA VERDAD Y LA JUSTICIA "


Cada día me gusta más Quevedo. Tiene un encantamiento y una agudeza que no abunda en estos tiempos, tiempos de hombres cándidos para las cosas que verdaderamente importan en la vida.

" Vinieron la verdad y la justicia a la tierra. La una no halló comodidad por desnuda ni la otra por rigurosa. Anduvieron mucho tiempo así, hasta que la verdad, de puro necesitada, asentó con un mudo.

La justicia, desacomodada, anduvo por la tierra rogando a todos, y, viendo que no hacían caso della y que le usurpaban su nombre para honrar tiranías, determinó volverse huyendo al cielo. Salióse de las grandes ciudades y cortes y fuese a las aldeas de villanos, donde por algunos días, escondida en su pobreza, fue hospedada de la simplicidad hasta que envió contra ella requisitorias la malicia. Huyó entonces de todo punto, y se fue de casa en casa pidiendo que la recogiesen. Preguntaban todos quién era. Y ella, que no sabe mentir, decía que la justicia. respondíanle todos :

- Justicia, y no por mi casa; vaya por otra.

Y así, no entraba en ninguna. Subiose al cielo y apenas dejó acá pisada. Los hombres, que esto vieron, bautizaron con su nombre algunas varas, que arden muy bien allá, y acá solo tienen nombre de justicia ellas y los que las traen. Porque hay muchos destos en quien la vara hurta más que el ladrón con ganzúa y llave falsa y escala "

Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645)


1 comentario:

Ula dijo...

Pues vaya D. Francisco con este texto como nos deja en manos de tribunales, subtribunales, abogados y consecutivos...
Habrá que suplicar y pedirle a la justicia que vuelva a la tierra, aunque para ello tengamos que reconocer que la echamos en falta verdaderamente, que la necesitamos más que nunca, ahora que el dinero se ha apoderado hasta de las buenas conciencias.
Lo digo yo, que estoy aprendiendo a no juzgar para no ser juzgada, porque no me gustan los juicios donde el dinero puede conseguir que una persona inocente sea llevada a la inyección letal y un mafioso sea absuelto. Parece pueríl
¿Verdad?
El tema hoy es durillo, aunque la música lo dulcifica.
Un saludo