Hay autores que, desgraciadamente, son exclusivos de librerías de lance. Gabriel Miró, es uno de los que abundan en esos olvidados rincones. Con el desayuno llegan preguntas.
" ¡ Era verdad; todo pasaba volando después de haber pasado! Pero ¿ y antes de pasar? En las delicias y adversidades pocos escapan de decirse : ¡ Eso no lo pude gozar! ¡ Esto no lo podré sentir! Pues aguardemos, y dentro de algunos años : diez, quince, veinte años, todo se habrá derretido. Escondida tentación de mujer : ¿ Es aquella? ¿Es esta mujer?- ¿ Pensaría entonces don Magín en doña Purita?- Ella tiene treinta años y yo cincuenta. ¡Dentro de veinte más! Todo pasa, inclusive lo que no pasó. Pues que vemos lo presente/ que en un punto se es ido/ y acabado, / si juzgamos sabiamente/ daremos lo no venido/ por pasado/ ¿también lo no pasado lo daremos por pasado? Todo pasa. ¿Todo?, /... Y si no pudimos ser ni saciar lo apetecido, entonces ¿qué es lo que habrá pasado? ¿No habrá pasado la posibilidad desaprovechada, la capacidad recluida? ¿Y nuestro dolor? También nuestro dolor. ¿Y no quedará de algún modo lo que no fuimos ni pudimos, y habremos pasado nosotros sin pasar? Dolorosa consolación la de tener que decir : ¡ Todo pasa! si morimos con la duda de que no haya pasado todo : la pasión no cumplida, la afición mortificada... "
Gabriel Miró (1879-1930)
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