En una vieja tasca rondeña escuché a un labrador hablar de Cordeles, Veredas, Coladas y Cañadas Reales; insistía el hombre en sus anchuras. Poco después, recordó el canto de las estrellas.
" En el libro de " Las mil y una noches" está escrito que la rosa de la dicha no florece en el sueño. El hombre jamás estuvo despierto para gozar de la dicha, sino para beber, a veces hasta con delectación, la venenosa copa torcedora de esa dicha que jamás fue. El hombre fuera del sueño, no muestra una avizor vigilia, como el ave navegante, sino una anestesiada duermevela sonámbula, como el topo del invierno. Hay dos clases de hombres : quienes hacen la historia y quienes la padecen. Es lástima que el hombre haya hecho almoneda de su propia historia y no repase, de cuando en cuando, las emocionantes y luminosas y aleccionadoras páginas del libro de " Las mil y una noches". Bien mirado, jamás es tarde para empezar a vivir"
Camilo José Cela (1916-2002)
( Foto de Roy DeCarava )
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