lunes, 29 de noviembre de 2010

ANA DE GONZAGA.


Como el amor y algunos recuerdos, la fina lluvia cala hasta los huesos. Llego a casa buceando y me tomo un té con cardamomo. Busco a Ana de Gonzaga.

" Ana de Gonzaga pertenecía al número de mortales cuya belleza había merodeado por las selvas de la Trapa. Ella tomó parte, al decir de la señora de Motteville, en casi todos los acontecimientos importantes de aquel tiempo. Sostuvo al cardenal Mazarino, que no supo agradecérselo bastante. Hay una carta de ella, inserta entre las cartas de Bussy-Rabutin. Desgraciadamente se han perdido sus cartas escritas a la mariscala de Guebriant y el tratado sobre el arte de contrastar la verdad de los sentimientos. Las damas filósofas de aquel tiempo declinaron poco a poco hacia el materialismo; habían comenzado por ser cartesianas, y al volver a Dios, le presentaban sus pensamientos hundidos en la razón, en lugar de entregárselos como flores. Ana de Gonzaga no era insensible al dinero; había cobrado considerables sumas por favorecer matrimonios que luego no se realizaron. Ella no devolvió las cantidades; presentó cuentas que justificaban su inversión "

Vizconde de Chateubriand ( 1768-1848 )

( Foto de Chris Henry )

Stan Getz - On rainy afternoons

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