No soy asiduo telespectador.Veo contados programas de televisión y casi siempre por puro azar. Debates políticos, temas gastronómicos, algo de viajes y partidos de voley-playa femenino.
Soy lector de periódicos y descubro el pulso de un Estado que cada día va más a la chabacanería y al desprecio del pensar. Nada extraño...
" Sé poco de Belén Esteban : que se casó y divorció de Jesulín de Ubrique y que acumula más operaciones que la Visa de Joan Laporta. Creo que es una muchacha humilde enriquecida mediante la percepción de una mínima parte de lo que su exposición pública genera a otros que no dan la cara, pero ponen la mano. Son los dueños y directivos de esas empresas, supuestamente de comunicación, los que han montado una fábrica de juguetes rotos, especializada en la trata de " frikis". Hay televisiones que reciben el nombre de cadena, con gran acierto, pues la acción de la cadena vacía la cisterna y hace circular el detritus rumbo a la cloaca. Ellos son los responsables , parapetados tras la vieja excusa de que lo que tiene más audiencia es lo mejor. Este argumento es capaz de defender que una caca de vaca es un manjar a juzgar por el gran número de moscas que la degustan con deleite. Lo más visto no tiene por qué ser lo mejor, sino habitualmente lo más rentable. Pero rentable es también el proxenetismo o el narcotráfico y eso no lo convierte en bueno... "
Javier Quero.
( Foto de Holger Droste )
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