Los sábados, algunos periódicos se convierten en pura crónica social. Acabo de leer cosas que me dejan perplejo, pero el mercado manda. Es mejor charlar con Marguerite.
" Mi padre, Elio Afer Adriano, era un hombre abrumado de virtudes. Su vida transcurrió en administraciones sin gloria; su voz no contó jamás en el Senado. Contrariamente a lo que suele ocurrir, su gobierno de África no lo había enriquecido. Entre nosotros, en el municipio español de Itálica, se agotaba dirimiendo conflictos locales. Carecía de ambición y de alegría; como tantos otros hombres que se van eclipsando de año en año, había llegado a ocuparse con maniática minucia de las insignificancias a las cuales se dedicaba. También yo he conocido esas honorables tentaciones de la minucia y el escrúpulo. La experiencia había desarrollado en mi padre un extraordinario escepticismo sobre los seres humanos, y en él me incluía siendo yo apenas un niño. Si hubiera asistido a mis éxitos, no lo habrían deslumbrado en absoluto; el orgullo familiar era tan grande que nadie hubiera admitido que yo agregaba alguna cosa... "
Marguerite Yourcenar (1903-1987 )
( Foto de Hedi Slimane )
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