En los viejos bares que saben a leña y a humo centenario, muy temprano se toma el aguardiente pá matar el gusanillo, y en verano con un higo chumbo para ahuyenta los malos paladares.
" El anisado turbio, con unas gotas de agua,
servido con prudencia en Navidad
o algún amanecer frío de invierno;
el vino dulce, que abre el apetito,
o el chorro de coñac en el huevo batido,
como sobrealimento, cuando estabas enfermo;
la caña de cerveza y el primer cigarrillo
en un lugar ruidoso, con un inmerecido
prestigio de antesala del infierno,
y el ron, de madrugada, acompañado
de una mujer mayor que tú que brinda
por la Revolución y te da un beso;
hasta la última copa de esta noche,
este wisky que ya te sabe mal
y que no te devuelve la embriaguez de aquel tiempo "
José Manuel Benítez Ariza.
1 comentario:
Con tanta copa claro que no te devolverá la embriaguez de aquel tiempo, ¡te la alargará! :-D
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