Es un viejo libro editado en 1870, en imprenta madrileña de Atocha; se llama "Epistolario Español" y encuentro una carta que habla de amor propio, pundonor y conocimiento de valía, algo que hoy escasea.
D. Álvaro de Villegas le escribe al conde de Lemos, D. Pedro Fernández de Castro, excusándose de aceptar un obispado.
" La de vuecencia de 29 de éste recibí hoy, y veo en ella la merced que su majestad me ha hecho, que estimo y reconozco como debo, por ser ella en sí tan grande y de mano de tan grande rey. Pero mi insuficiencia y indignidad para tan alto ministerio(que la confieso lisa y llanamente) no me da lugar á que la acepte; y siendo ésta la razón perentoria ( con que no tienen lugar otras muy inferiores), claro está que cuanto la merced fuera mayor, la pudiera aceptar ménos. Vuecencia me ha juzgado por de otras partes, porque las de su grandeza se emplean siempre en honrar y favorecer. Púdole engañar lo poco que me trató, aunque en breves días recibí muy larga merced y honra de su mano; y no me espanto que le Rey, nuestro señor, se dejare llevar del testimonio y parecer de vuecencia, que yo me pudiera desconocer por él , si no tuviera contra mí el de todos los que me han tratado y tratan, y la notoriedad de mi insuficiencia. Sea reconocimiento de la merced que su majestad me ha hecho, este mi deseo de que acierte en cosa tan importante cual es presentar buenos prelados, que me obliga á confesar esta verdad, que en la carne y sangre parece contra mí; y para vuecencia también, pues no llegando el desengaño de la experiencia, creo que no menguará el crédito de sus ojos, que todos saben alcanzar á ver áun más de lejos.
Nuestro Señor guarde a vuecencia con tan cumplida salud y prosperidad como este su servidor desea.
Toledo, 31 de agosto 1618. El doctor Álvaro de Villegas "
1 comentario:
Me ha encantado, gracias!
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