sábado, 24 de enero de 2009

LA PALABRA


Hay días en que uno necesita de silencios, silencios en las miradas, en los rostros, en los recuerdos y hasta en la esperanza. Acabo de leer un poema de José Mateos, un poeta que tiene versos para la noche apagada.


" De nada han de servirte los versos que ahora escribas,
la emoción que tú pones en ellos te hace digno,
pero nunca te salva, pues queda sin respuesta.
¿Acaso no comprendes que el silencio es más claro
y que con palabra das distancia y concluyes
lo que siempre es comienzo, y umbral, y estar en vilo ?

Mira, tras la tormenta, amanece el día :
en las ventanas deja dorada luz del alba;
tiemblan, sobre los charcos, las últimas estrellas...
¿ Y ha de servirte a ti suplantar la hermosura ?

José Mateos.

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