martes, 28 de octubre de 2008

UN FRAGMENTO DE VIDA.



Era especialista en mezclar mitologías, le encantaban las romanas y las celtas. Los ancestros aparecen en sus relatos como vecinos de mesa y confidentes perpetuos. Esta tarde leo "Un fragmento de vida" de Arthur Machen y sigo con los descubrimientos de un escritor que desde la tumba quiere jugar con nuestros tiempos. La antigua colección "El ojo sin párpado" tuvo , en su día, el acierto de saber que algunos escritores nunca se olvidan.

"...Estuvo meditando durante largo rato, paseando de arriba abajo por la habitación. Las luces se fueron apagando una tras otra en Edna Road, y la gente del barrio ya dormía; pero la luz de gas seguía encendida en el saloncito de los Darnell y el seguía paseándose de arriba abajo por la habitación. Pensaba que en torno a su vida en común, que tan apacible había sido hasta entonces, parecían acumularse formas grotescas y fantásticas por doquier, presagios de confusión y desorden , amenazas de locura : extraño cortejo de otro mundo. Era como si a las calles silenciosas y durmientes de alguna antigua ciudad perdida entre los montes hubieran llegado desde lejos sonidos de tambores y de flautas, retazos de cánticos agrestes, y de pronto hubiera irrumpido en la plaza del mercado una loca compañía de danzantes extrañamente ataviados que bailaban desenfrenadamente a un ritmo cada vez más acelerado que sacaban a los ciudadanos de sus protegidos hogares y vidas apacibles y los invitaban seductoramente a entremezclarse con ellos en las significativas figuras de la danza..."

Arthur Machen (1863-1947)

1 comentario:

Unknown dijo...

Es curioso. Tengo las mismas versiones de las canciones que has colgado esta semana. Un beso.