Se empezó a conocer su obra, un siglo y medio después de su muerte. Lo "descubrió " Rogert Caillois, que reeditó el famoso" Manuscrito encontrado en Zaragoza". El viajero y escritor polaco, que escribía en francés, conde Jean Potocki fue amigo de Madame de Staël y asesor del zar Alejandro I. En horas del aperitivo y con sol de otoño, leo su "Viaje a Turquia y a Egipto"; libro raro, editado hace años y con un diseño a la antigua usanza.
" Me encuentro ya a bordo de la Santa Ana, corbeta francesa que debe trasladarme a Alejandría. En lo sucesivo, vuestro pensamiento deberá seguirme a través de las arenas ardientes de África. Aún hay tiempo de retenerlo un instante en estas orillas deliciosas que quizá el destino me reserva no volver a ver más. Esa especie de encantamiento que experimenté al verlas por primera vez me impidió describirlas, y ahora me separo de ellas sin que el hechizo se haya disipado del todo. Pero al mismo tiempo que quiero describirlas, la velocidad con que nos alejamos me lo hace imposible. Ya ha desaparecido de mi vista la soberbia dársena, siempre cubierta de velas tan ligeras como el viento que las hincha. Ni puedo ver el anfiteatro que la rodea, los alminares que la coronan, los muros imponentes de aquel cerrallo, que ha visto rodar tantas cabezas y gemir a tantas hermosas; en fin , ya la vista no encuentra donde posarse sino en los vastos cementerios. Allí, entre zarzas y cipreses, se alzan las miles de tumbas que rodean la ciudad sirviendo de marco al espléndido cuadro del que sólo he querido presentar algunos trazos. Ya fuera del alcance de mi vista, aún se representa en mi imaginación ; pero cuando se trata de describir, la imaginación es para el viajero u guía demasiado peligroso y la razón me aconseja poner punto final. Adiós, el viento es favorable y esperamos encontrarnos dentro de poco en los Dardanelos, desde donde me ocuparé de que esta carta sea remitida"
(28 de junio de 1785)
Jean Potocki (1761-1815)
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