martes, 27 de mayo de 2008

UN SONETO.





Antes de irme con Morfeo, el recuerdo de unos ojos ...






SONETO DE LA DULCE QUEJA






No me dejes perder la maravilla



de tus ojos de estatua ni el acento



que de noche me pone en la mejilla



la solitaria rosa de tu aliento.






Tengo miedo de ser en esta orilla



tronco sin ramas, y lo que más siento



es no tener la flor, pulpa o arcilla



para el gusano de mi sufrimiento.






Si tú eres el tesoro oculto mío,



si eres mi cruz y mi dolor mojado,



si soy el perro de tu señorío,






no me dejes perder lo que he ganado



y decora las aguas de tu río



con hojas de mi Otoño enajenado.






Federico García Lorca(1898-1936)



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