
Lentamente la noche va descubriendo sus cartas; son siempre cartas marcadas. Baladas, lecturas y miradas...
Durante una época de mi vida, cada día leía algo de José Ángel Valente. Es un poeta que sabe ser amigo, está cuando lo necesitas y te habla al alma.
Leo su libro "No amanece el cantor"
" el cuerpo del amor se vuelve transparente, usado como fuera por las manos. Tiene capas de tiempos y húmedos, demorados depósitos de luz. Su espejo es la memoria donde ardía. Venir a ti, cuerpo , mi cuerpo, donde mi cuerpo está dormido en todas tus salivas. En esta noche, cuerpo, iluminada hacia dentro de ti, no busca el alba, no amanece el cantor"
" Y tú ¿de qué lado de mi cuerpo estabas, alma, que no me socorrías?
"Quisiera haber estado en los lugares en donde tú estuviste, en todos los lugares donde hay acaso aún o sobrevive un fragmento de ti o de tu mirada. ¿Sería este vacío tuyo lacerante lo que hace de pronto un espacio lugar? ¿Lugar, tu ausencia?
José Ángel Valente(1929-2000)
No hay comentarios:
Publicar un comentario