El testamento de Max Ophüls fue "Lola Montes". Un testamento con legados y mandas hereditarias: nunca olvidar que el buen cine es siempre inmortal.
Descubrí a Ophüls en una edad peligrosa, la edad en la que los gustos se hacen o postergan sine die. Me descubrió que hay otros mundos y que están en este.
"Carta a una desconocida", "La ronde"," Madame de..." son parte de mi vida y de mis sombras...
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