Hace algunos años, conocí a un militar retirado que era hombre de refranes e ingenios varios. Estuvo en la guerra civil española y se salvo de puro milagro. Amante de Cervantes, lo releía con constancia y provecho. La útima vez que lo ví, me regaló un ejemplar del Quijote con muchos párrafos subrayados.
"- ¡ Oh, maldito seas de Dios, Sancho!- Dijo a esta sazón don Quijote-. ¡ Sesenta mil Satanases te lleven a ti y a tus refranes! Una hora ha que lo estás ensartando, y dándome con cada uno tragos de tormento... Dime, ¿ dónde los hallas, ignorante, o cómo los aplicas, mentecato, que para decir yo uno y aplicarle bien, sudo y trabajo como si cavase ?
- Por Dios, señor nuestro amo- replicó Sancho-, que vuesa merced se queja de bien pocas cosas. ¿ A qué diablos se pudre de que yo me sirva de mi hacienda, que ninguna tengo, ni otro caudal alguno, sino refranes y más refranes?... "
Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616)
2 comentarios:
Me ha encantado.
Un abrazo
Marisa
La sabiduría popular y repetida de los refranes, aunque pesada, no deja de tener su encanto.
Caballero, D. Quijote, no se puede tener todo, mon amour.
Tiene su gracia el texto y a continuación la canción que le acompaña, buenísima.
Un saludo
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