Cuando amanecía me quedé dormido. Lo último que recuerdo es un texto que se quedó en mi almohada.
" ... Tendría que analizar muy pausadamente si tenía razón o no. Tendría que estudiar los límites que marcan la separación del dolor y el placer, de la gracia y la miseria, de lo que quería sentir y de lo que me dejaba hacer para que sintiera él aquello que buscaba y que no puedo nombrar porque desconozco el apelativo y porque me veo incapaz de encontrarlo.
La cara más hermosa del éxtasis... - murmuraba cuando me retorcía entre las sábanas pretendiendo un beso, un descanso o, simplemente , que me dejara escapar de una vez- ... "
Pilar Adón.
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