Hace primaveras en diciembre; en sus ojos hay mares cálidos y cuando gesticula rema con sus manos en maderos sin naúfragos. Suele ser así en quien tiene el estilo innato de generaciones acumuladas en silencios, amores y entregas. Y hoy me apetece ir al año 64 y saber que el tiempo, los tiempos en su alma no son calendarios.
El poeta Abrahan Ibn Ezra, canta la pérdida de la Lucena judía, una pérdida que afectó a una comunidad de libros, artes y descubrimientos.
" El llanto de mis ojos, como llanto de avestruz, es por la ciudad de Eliossana; libre de tachas, aparte allí moró la cautiva comunidad, sin cesar, hasta cumplir la fecha de mil setenta años, pero vino su día, huyó de su gente y ella quedó como viuda, huéfana de Ley, sin escritura, sellada la Misná, el Talmud estéril se tornó y todo su esplendor perdió..."
Abraham Ibn Ezra ( 1092-1167)
Pero yo sé que el esplendor no se perdió.
3 comentarios:
Seguro que la haces muy feliz con tu felicitación y con esa bonita flor.
Marisa
Bellísimo!!! Como dice Marisa, seguro que la haces muy feliz.
Carmen Pulido
La Casa de la Sidra es una de mis películas favoritas, y cuando la ponen me recreo en ella, no existe otra cosa, y lloro muchísimo, sobre todo de felicidad, me llena de ternura. Es pura sensibilidad.
PRECIOSA FELICITACIÓN. BESOS.
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