Ya estamos en invierno, una estación de campos dormidos, de balances y liquidaciones, de nostalgias y chimeneas.
" La tarde va a morir; en los caminos
se siega triste o se detiene un aire
bajo y sin luz; entre las ramas altas,
mortal, casi vibrante,
queda el último sol; la tierra huele,
empieza a oler; las aves
van rompiendo un espejo con su vuelo;
la sombra en el silencio de la tarde.
Te he sentido llorar; no sé a quién lloras.
Hay un humo distante,
un tren, que acaso vuelve, mientras dices :
Soy tu propio dolor, déjame amarte "
Luis Rosales (1910-1992)
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