Descubrí a Heinrich von Kleist en la carrera; un compañero lector me habló de él para hacer un trabajo del romanticismo y enlazarlo con la asignatura de Filosofía del Derecho. Me gustó la idea y empecé a leer cosas de este romántico.
Durante su corta y terrible existencia, este genio fue un pobre escritor, si éxito. Su fama empieza después de su muerte, una muerte por suicidio en compañia de una dama.
Kleist no era una persona débil, sólo conocía demasiado bien la muerte. La primera referencia en Inglés sobre la misma, apareció el 28 de diciembre de 1811 en el periódico " The Times" y tiene algunos errores, errores que nos hacen ver que el periodismo ya modificaba datos y hacía juicios de valor.
" La atención del pueblo de Berlín se ha centrado últimamente en la trágica aventura de M.Kleist, el celebrado poeta prusiano, y Madame Vogel. Los informes que circularon al principio en relación a la causa de este desgraciado asunto han sido desmentidos categóricamente por la familia de la dama, que ha negado en particular que el amor tuviese algo que ver en ello. Se dice que M. Vogel sufría desde hace mucho tiempo una dolencia incurable y su muerte era considerada inevitable por los médicos; así que ella resolvió poner fin por sí misma a su existencia. M. Kleist, poeta y amigo de su familia, también había decidido suicidarse hacía ya tiempo. Después de que estos dos desgraciados seres se comunicaran mutuamente su terrible decisión , resolvieron llevarla a la práctica en el mismo momento. Se dirigieron a la Posada de Wilhelmstadt,entre Berlín y Potsdam, a orillas del Lago Sagrado. Durante una noche y un día se prepararon para la muerte, rezando, cantando, bebiendo varias botellas de vino y ron y tomando por fin unas dieciséis tazas de café...Una vez hecho esto, caminaron hasta la orilla del Lago Sagrado, donde se sentaron frente a frente. M.Kleist sacó una pistola cargada y disparó directamente al corazón de Madame Vogel, que cayó de espaldas , muerta; entonces él volvió a cargar la pistola y se disparó a la cabeza... El público está lejos de admirar, o incluso aprobar, este acto de locura..."
The Times (28 de diciembre de 1811)
Kleist y su amada, ni cantaron, ni bebieron en exceso antes de su muerte; la conducta de ambos fue siempre decorosa y así lo detallaron los testigos en los atestados policiales después del suicidio. Pero Kleist sabía muy bien que el rescate de sus obras, sería después de su muerte; el concepto de fama póstuma es muy romántica y Kleistiana y así lo dice el héroe de su última obra mientras espera la ejecución :
" ¡Inmortalidad, ahora eres verdaderamente mía!"
Y la tarde de domingo trae estas desventuras románticas.
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