
Los domingos por la mañana me gusta leer poesía con un vermouth. Hoy he encontrado un viejo poema de Francisco Brines, editado en la maravillosa y desaparecida editorial "Ruedo ibérico" en el año 1973. Es un poema de amor y pasión, ¿ No es eso ser poeta?
"Rubores, rostros, movimientos, cuerpos,
la línea transparente que desune
la piel y el aire; los sedientos humos
que aniquilan los labios, las mejillas,
y en donde el uso se consume en fuegos :
los negros resplandores, la mirada;
el tacto abrasador, de tan voraz
helado; la tramoya deshonesta,
feliz; y el bienestar de la ceniza.
Cuantas veces el acto se ha cumplido
hizo bello el vivir, y emocionante
saberlo en el olvido; porque es niebla
siempre lo que perdemos, sucesión
de fantasmas los seres y los días.
Más sin carne, la luz no hubiera sido;
sin deseo, la vida fría noche.
Francisco Brines.
No hay comentarios:
Publicar un comentario