
Ellos son los descendientes de los padres del desierto. Eremitas de largas barbas blancas, ermitaños, anacoretas que saben que la civilización corre hacia la destrucción del paisaje, el egoismo desenfrenado y la barbarie consumista. Frente al " tanto tienes, tanto vales", ellos nos dicen que " tengo lo que quiero , porque sólo quiero lo que tengo" y añaden el "Nolite conformare huic seculo"( " No os conforméis con este siglo"). Sus ciudades son el alma, el silencio y la camáldula.
Leo despacito, como pidiendo perdón por romper el silencio que trae el rumor del viento...
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