domingo, 19 de mayo de 2013
VIDA DE ESCUDERO.
Vicente Espinel, rondeño de serranas tempestades amorosas.
" Estando en una iglesia de Bilbao, puso los ojos en mí una vizcaína muy hermosa- que las hay en extremo de lindísimos rostros-; yo correspondí de manera que antes que saliese dijo- después de haber hablado un gran rato, y dado y tomado sobre cierta inclinación que tenía de venir a Castilla- que pasase aquella noche por su casa y que hiciese una seña. Yo le dije que señas ordinarias son muy sospechosas, y así que en oyendo el ruido de un gato se pusiese a la ventana, que yo sería. Túvolo en cuidado, y a las doce de la noche, cuando me pareció que no había gente, fuí, arrimado a una pared que hacía sombra, y con mucho silencio me puse en un rinconcillo que estaba debajo de su ventana, donde por la sombra no podía ser visto, y entonces hice la seña gatuna, y a cuyo ruido se alborotaron los perros y un juramento soltó su contralto. Andaba de la otra parte un hombre también haciendo hora, y como oyó al gato y los perros, estando yo muy atento a la ventana a ver si se asomaba, cogió una piedra y dijo en vascuence : " valga el diablo los gatos, que han venido a alborotar los perros "; y jugando del brazo y piedra , tiró a bulto donde había oído el gato, y diome en las costillas una pedrada, pensando de espantar al gato. Callé, y llevé lo mejor que pude mi dolor, con que me quitó la atención a la ventana, y aun el amor de la moza... "
Vicente Espinel ( 1550-1624 )
( Foto de Rick Poston )
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