Después de un rato con papeles y números para la Declaración de la Renta, necesito airearme; el café con hielo y Poe, ayudan.
" El vino chispeaba en sus ojos y los cascabeles tintineaban. Mi propia imaginación empezó a despertarse con el Médoc. Pasamos de largo numerosos muros formados por esqueletos apilados, entre los cuales se mezclaban toneles y barriles, hasta entrar en los más apartados rincones de las catacumbas. Otra vez me detuve, y me atreví a tomar del brazo a Fortunato por encima del codo.
- ¡ El salitre !- dije-, mira cómo crece. Cuelga como musgo sobre las criptas. Estamos debajo del lecho del río. Las gotas de humedad caen entre los huesos. Ven, vamos a volver antes de que sea tarde. Esa tos...
- No es nada- dijo-, sigamos adelante. pero antes bebamos otro trago de Médoc.
Rompí el cuello de una frasca de De Crâve y se la entregué. La vació de un trago. Sus ojos se iluminaron con una luz ardiente. Riéndose, tiró la botella a lo alto con un gesto que no entendí.
Le miré con sorpresa. Repitió el movimiento, un movimiento grotesco.
- ¿ No comprendes ?
- No, yo no- contesté.
- Entonces no eres de la hermandad.
-¿ Qué ?
- No eres masón .
-Sí, sí- dije-, sí, lo soy-
-¿ Tú ? ¿ Tú, masón ? ¡ Imposible !
- Soy masón- contesté.
- Muéstrame una seña- dijo.
- Aquí la tienes- contesté, sacando de entre los pliegos de mi "roquelaire" una paleta de albañil. -Bromeas- exclamó, retrocediendo unos pasos-.
Pero vamos a ver ese amontillado... "
Edgar Allan Poe ( 1809-1849 )
( Foto de Leonard Freed )
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