martes, 7 de mayo de 2013

" EL TONEL DE AMONTILLADO "


         Después de un rato con papeles y números para la Declaración de la Renta, necesito airearme; el café con hielo y Poe, ayudan.

     " El vino chispeaba en sus ojos y los cascabeles tintineaban. Mi propia imaginación empezó a despertarse con el Médoc. Pasamos de largo numerosos muros formados por esqueletos apilados, entre los cuales se mezclaban toneles y barriles, hasta entrar en los más apartados rincones de las catacumbas. Otra vez me detuve, y me atreví a tomar del brazo a Fortunato por encima del codo.
    - ¡ El salitre !- dije-, mira cómo crece. Cuelga como musgo sobre las criptas. Estamos debajo del lecho del río. Las gotas de humedad caen entre los huesos. Ven, vamos a volver antes de que sea tarde. Esa tos...
    - No es nada- dijo-, sigamos adelante. pero antes bebamos otro trago de Médoc.
    Rompí el cuello de una frasca de De Crâve y se la entregué. La vació de un trago. Sus ojos se iluminaron con una luz ardiente. Riéndose, tiró la botella a lo alto con un gesto que no entendí.
    Le miré con sorpresa. Repitió el movimiento, un movimiento grotesco.
- ¿ No comprendes ?
- No, yo no- contesté.
- Entonces no eres de la hermandad.
-¿ Qué ?
 - No eres masón .
 -Sí, sí- dije-, sí, lo soy-
-¿ Tú ? ¿ Tú, masón ? ¡ Imposible !
 - Soy masón- contesté.
- Muéstrame una seña- dijo.
- Aquí la tienes- contesté, sacando de entre los pliegos de mi "roquelaire" una paleta de albañil. -Bromeas- exclamó, retrocediendo unos pasos-.
  Pero vamos a ver ese amontillado... "

         Edgar Allan Poe ( 1809-1849 )

         ( Foto de Leonard Freed )

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