Buen almuerzo en la taberna " Juncal "; después, café en el "Círculo de la amistad ". En casa, los periódicos- que se abandonan al instante- y la charla con don Ramón.
" Me sentía solo, helado como un pájaro en la nieve, desheredado de camiserías y sastrerías, alma en pena del Jardín del Luxemburgo, cuando un día encontré una bella dama rubia de ojos azules que con una niña de dos años jugando a su vera llevaba un niño de meses en su cochecito. Nuestras miradas se enredaron como si no pudiesen separarse, y como ella viese mi timidez desesperada, escribió unas palabras en el periódico que tenía en la falda, y como si moviese un vagón correo echó hacia mí el cochecito del niño. Yo paré el tope de su agarradero, tomé el diario, leí rápidamente que en él me decía que " ella era divorciada ", y le devolví niño, coche y diario, acercando mi silla de hierro a su silla de hierro.
Desde ese día París tenía objeto, y volví a ser niño para llegar a ser hombre. ¡Abnegadas mujeres francesas para el amor muerto!
Las fuentes comenzaron a echar agua brillante, las hojas secas cobraron vida y se pegaron a sus ramas sin querer caer, y la nieve prendida en el aire enguató de algodón el día gris... "
Ramón Gómez de la Serna ( 1888-1963 )
( Foto de Roger Schall )
1 comentario:
¡Qué bien se lo pasa, Almirante! Y ahora, con las flores cordobesas despidiendo luz y color por doquier.
Siempre en Mayo me pongo nostálgica cuando pienso en Córdoba y lo que vivíamos los estudiantes en aquellos días. Por una parte juerga a tope y por otra culpas por la próximidad de los exámenes finales, jeje. Empezábamos las cruces, seguíamos con los patios y acabábamos con la feria, cosa fuerte en pisos de estudiantes.
Que lo siga pasando a lo grande.
Saludos
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