Hay un tren que siempre se espera, un parque recordado y un mapa desconocido- dibujado en tu cuerpo-, en el que buscar el arca con tu nombre.
Cita con Torrente Ballester.
" Ese día, o más bien esa noche, me encontré con que yo ya no era quien solía, sino yo mismo. Bueno. Dicho así, de repente, puede parecer raro, fantástico, e incluso ofensivo, sobre todo para los que no dejan de ser quien son durante un año entero, día tras día, al levantarse de la cama, al salir de la casa, al entrar en la iglesia, al comer y al dormir. ¡ Principalmente al dormir, que es el mejor momento para hacer trampas al principio de identidad, para lanzarse alocadamente a la carrera de los desdoblamientos o a las multiplicaciones, cualquier cosa que destruya la tautología siniestra con que cada mañana nos insulta el espejo ! Pero yo carecí de esa suerte, al menos durante cierto tiempo, ese en que al encontrarme con que yo no era el mismo, fui otro y otro más, fui no sé cuántos otros, aunque entre ellos y yo hubiera ciertas afinidades que, con exageración pudieran conceptuarse de trámites para la equiparación final, para la intregración total, y que el itinerario que recorrí mientras duró la aventura , pudiera a la postre- y bien pensado- resultar un viaje por dentro de mí mismo, secretos e ignorados vericuetos de mi yo, o al menos por el interior de algo o de alguien que, sin ser yo enteramente, lo fuera en cierto modo... "
Gonzalo Torrente Ballester ( 1910-1999 )
( Foto de Dirk de Herder )
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