Vasili Grossman encarna- a la perfección-la lucha contra la maldad del totalitarismo. Sus libros deberían estudiarse como vacuna ante la intolerancia y la esclavitud moral de muchos.
" Pero en el pergamino de su vida había habido numerosas cartas de otro tipo : las que no había escrito, aunque Dios le hubiera mandado escribirlas. Había silencio donde Dios había ordenado pronunciarse. Había una llamada telefónica que tendría que haber hecho y no hizo. Había visitas que era pecado no realizar y que no realizó; había dinero, telegramas no enviados. Eran muchas, muchísimas las cosas que figuraban en el inventario de su vida.
Y era absurdo ahora, completamente desnudo, sentirse orgulloso de lo que siempre se había sentido orgulloso : de no haber denunciado nunca a nadie; de que una vez , citado en Lubianka, se había negado a dar información que comprometiera a un colega arrestado; de que , al encontrarse por la calle con la mujer de un compañero deportado, no le había dado la espalda sino que le había estrechado la mano mientras le preguntaba por la salud de sus hijos. De todo aquello, ¿ de qué podía sentirse orgulloso...?
Toda su vida consistía en un gran y prolongado acto de obediencia; ni una vez había desobedecido... "
Vasili Grossman ( 1905-1964 )
( Foto de Wayne Miller )
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