En tiempos de zozobra, no es mal consejo leer a los escritores de la Generación del 98.
" La amistad con Baroja, no ha tenido nunca ningún bajío. Ausentes o presentes, siempre hemos tenido uno para el otro afecto y respeto. Baroja es sencillo, franco y sin afectación. Lo que hace, lo hace sin énfasis. He viajado con él, y ha estado él unos días en mi casa de Monóvar. A los adversarios los juzga Baroja con acritud, forma absoluta y decisiva. Pero ocurre un fenómeno singular, que yo no he advertido en ningún otro escritor : los estridores o negaciones de Baroja no dan idea ni de odio ni de rencor, ni de leve inquina. Todas sus censuras están tan impregnadas de naturalidad, están todas tan dentro de un ambiente espontáneo, sin deliberación previa maligna, que el interlocutor de Baroja, o su lector, no experimenta sensación penosa. Hallándome en París, un amigo mío, enemigo de Baroja, me dijo : " He visto a Baroja en los puestos de libros del Sena. Hubiera querido acercarme a él y saludarle, pero no me he atrevido " Le contesté yo : " Ha hecho usted mal. Baroja hubiera correspondido a su saludo y hubiera conversado con usted afablemente "
Azorín ( 1873-1967 )
( Foto de Ilse Bing )
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