domingo, 5 de abril de 2009

EL RAYO SANGRIENTO DE LA LUNA.


Llama Morfeo con silenciosa calma, no arremete ni gesticula pero los ojos se nublan y se acelera el espacio. Paul Celan se tiró al Sena, era algo sabido en un poeta muy grande.

" En mi mano el otoño come su hoja : somos amigos.
Extraemos el tiempo de las nueces y le enseñamos a caminar :
regresa el tiempo a la nuez.

En el espejo es domingo,
en el sueño se duerme,
la boca dice la verdad.

Mi ojo asciende al sexo de la amada :
nos miramos,
nos decimos palabras oscuras,
nos amamos como se aman amapola y memoria,
nos dormimos como el vino en los cuencos,
como el mar en el rayo sangriento de la luna.

Nos mantenemos abrazados en la ventana, nos ven desde la calle :
tiempo es de que se sepa,
tiempo es de que la piedra pueda florecer,
de que en la inquietud palpite un corazón.
Tiempo es de que sea tiempo.

Es tiempo "

Paul Celan (1920-1970) (Versión de José Ángel Valente)

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