Una hora de música en penumbra, deleite absoluto. Han venido recuerdos casi perdidos en la tela rota de la vida. Después, la lectura del periódico y la sensación permanente de inutilidad.
" Siempre nos acompañarán delincuentes, caraduras, psicópatas e inmorales. Ocurre que, antes, toda esa tropa, cuando era puesta en evidencia, convicta o condenada, debía moverse con su baldón, sorteando y tratando de hacer olvidar la descalificación social. Hoy, ser una persona poco o nada decente, supone por el contrario, poco menos que un seguro de vida, una promoción más o menos extendida. Si lo es mucho, el agraciado puede echar cohetes : con independencia de privaciones de libertad, multas y otros engorros, sus ingresos "colaterales" por tal celebridad, en muchos casos exorbitantes, estarán asegurados. Y los duelos con caviar Beluga y Dom Perignon, en la cárcel , exilio o confinamiento doméstico, ya se sabe"
Antonio Martínez Sarrión.
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