Sus novelas fueron prohibidas por la Inquisición y casi nada sabemos de su vida. En " Desengaños amorosos ", María de Zayas, no se pierde.
" - ¡ Ay, hermosísima y mal lograda Florentina, que quiso mi desdichada suerte que cuando soy dueño de estas deshojadas azucenas, sea cuando estoy tan cerca de perderlas ! Desdichado fue el día que vi tu hermosura y la amé, pues después de haber vivido muriendo tan dilatado tiempo, sin valer mis penas nada ante ti, que lo que se ignora pasa por cosa que no es, quiso mi desesperada y desdichada fortuna que, cuando te hallé, fuese cuando te tengo más perdida y estoy con menos esperanzas de ganarte; pues cuando me pudiera prevenir con el bien de haberte hallado algún descanso, te veo ser despojos de la airada muerte. ¿ Qué podré hacer, infelice amante tuyo, en tal dolor, sino serlo también en el punto que tu alma desampare tu hermoso cuerpo, para acompañarte en esta eterna y última jornada ? ¡ Qué manos tan crueles fueron las que tuvieron ánimo para sacar de tu cristalino pecho, donde sólo amor merecía estar aposentado, tanta púrpura como los arroyos que te he visto verter ! Dímelo, señora mía, que como caballero te prometo hacer en él la más rabiosa venganza, que cuanto ha que se crió el mundo se haya visto. Mas, ¡ ay de mí !, que ya parece que la airada Parca ha cortado el delicado estambre de tu vida, pues ya te admiro mármol helado, cuando te esperaba fuego y blanda cera derretida al calor de mi amor !... "
María de Zayas y Sotomayor ( 1590- ¿ 1661 ? )
( Foto de Walter Chappell )
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