Es un poema anónimo, atribuido a varios. Unos dicen que es de Quevedo, otros que del conde de Villamediana, pudiera ser de Garcilaso o de algún golferas, de aquellos tiempos, animado con rimas y gozos.
" - ¿ Qué hacéis, hermosa?-Mírome a este espejo.
- ¿ Por qué desnuda?- Por mejor mirarme.
- ¿ Qué veis en vos?- Que quiero acá gozarme.
- Pues, ¿ por qué no os gozáis?- No hallo aparejo.
- ¿ Qué os falta? - Uno que sea en amor viejo.
- Pues, ¿ qué sabrá ese hacer?- Sabrá forzarme.
- ¿ Y cómo os forzará?- Con abrazarme,
sin esperar licencia ni consejo.
- ¿ Y no os resitiréis? - Muy poca cosa.
- ¿ Y qué tanto?- Menos que aquí digo,
que él me sabrá vencer si es avisado.
- ¿ Y si os deja por veros regurosa?
- Tenerle he yo a este tal por enemigo,
vil, necio, flojo, lacio y apocado "
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