martes, 6 de julio de 2010

" LAS MUJERES DE ADRIANO "


Hay libros que se dejan abandonados en cualquier rincón y un día te llaman. Anoche, empecé a leer un libro que compré hace meses por su título; jamás había oído hablar de su autor, del que descubro que es mejicano y periodista. Tiene su encanto por los personajes, especialmente una mujer que tiene esa mirada que aturde y fulmina.

" La transgresión de Cecilia se prolongaba hacia mí, desde luego, como si yo fuera la puerta de entrada al casino, la primera mesa entre muchas donde apostar su necesidad de vértigo. Era generosa con su cuerpo y universal en sus deseos, con pasión que me recordaba a Carlota. Suscitaba en mí los celos que sólo había suscitado la misma Carlota, pero Carlota porque me había hecho sentir un muchacho tonto, Cecilia porque me ponía en la situación de ser un adulto imbécil. Me echaba en brazos de Cecilia loco de celos, ansioso de vida, dispuesto a algunas bajezas para conservarla (...) Toleré que me presentara a su novio formal para compartir conmigo el placer malsano de enganarlo juntos, al tiempo que yo aceptaba, con celos incontrolables, su recíproca traición. Con ninguna de mis mujeres toqué como con Cecilia los límites de la abyección y la perversidad que acompañan sin embargo , tan frecuentemente, la pasión amorosa, el extraño placer de dañar y ser dañado, gemelo del impulso de proteger y cuidar, las ganas de reñir junto a la de comulgar, de engañar y ser fiel, de herir e idolatrar: los extraños límites de la pareja, tan misteriosa, como ingenua, tan oscura como transparente... "

Héctor Aguilar Camín.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Almirante todo es un regalo, se nota que eres maravilloso.

Maite.