Durante varios años, Clarice Lispector envió al periódico el "Jornal do Brasil" muchas crónicas. Crónicas muy distintas en los temas y en la extensión. De las que he leído esta noche, hay una que lleva una foto.
" Mirarse al espejo y decirse deslumbrada : qué misteriosa soy. Soy tan delicada y fuerte. Y la curva de los labios mantienen la inocencia.
No hay hombre o mujer que no haya mirado por casualidad al espejo y no se haya sorprendido consigo mismo. Durante una fracción de segundo nos vemos como un objeto que puede ser mirado. A esto podría llamársele tal vez narcisismo, pero yo lo llamaría alegría de ser. Alegría de encontrar en la figura exterior los ecos de la figura interna: ah, entonces es verdad que no me he imaginado, yo existo "
Clarice Lispector (1920-1977)
1 comentario:
Alegría de encontrar en la figura exterior los ecos de la figura interna: ah, entonces es verdad que no me he imaginado, yo existo "
Lo que ocurre, es que no es tan fácil, como apuntaba Borges.
De cualquier manera, qué alegría encontrar esos ecos de lo interno en un ¿simple? espejo.
Un saludo.
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