Debió ser valiente y nada pusilánime. Leo las cartas de Beaumarchais y denotan un apartamiento de glorias y mudanzas. Me quedo con la dirigida al duque de Noailles.
" Sólo furtivamente, señor duque, me atrevo a entregarme al gusto de la literatura. Cuando dejo un momento de arañar la tierra y de cultivar el jardín de mi ascenso, al instante todos mis trabajos de desbroce se cubren de zarzas y tengo que volver a empezar. Otra de las manías de la que también me he visto obligado a privarme es el estudio de la política, espinosa y repelente para los demás , pero tan atractiva como inútil para mí. La amaba con locura : lecturas, trabajos, viajes, observaciones, todo lo hice por ella : los derechos respectivos de las potencias, las pretensiones de los príncipes para quienes la masa de los hombres siempre está agitada, la acción y reacción de los gobiernos, unos sobre otros, eran intereses hechos para mi alma. Acaso no hay nadie que haya experimentado tanto como yo la contrariedad de no poder ver nada sino en grande, cuando soy el menor de los hombres : incluso a veces he llegado a murmurar, en mi humor injusto, de que la suerte no me hubiese situado más ventajosamente para las cosas a que me creía destinado "
Pierre-Augustin de Beaumarchais (1732-1799)
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