martes, 25 de agosto de 2009

EL INFIERNO.


Reconozco que soy algo maniático; no soporto la mentira y el cinismo político. Virgilio Piñera tuvo la "desgracia" de ser demócrata y homosexual; una mezcla letal en la dictadura castrista.

" Cuando somos niños el infierno es nada más que el nombre del diablo puesto en boca de nuestros padres. Después, esa noción se complica, y entonces nos revolcamos en el lecho, en las interminables noches de la adolescencia, tratando de apagar las llamas que nos queman-¡ las llamas de la imaginación!-. Más tarde, cuando ya no nos miramos en los espejos porque nuestras caras empiezan a parecerse a la del diablo, la noción del infierno se resuelve en un temor intelectual, de manera que para escapar a tanta angustia nos ponemos a describirlo. Ya en la vejez, el infierno se encuentra tan a mano que lo aceptamos como un mal necesario y hasta dejamos nuestra ansiedad por sufrirlo. Más tarde aún ( y ahora sí estamos en sus llamas), mientras nos quemamos, empezamos a entrever que acaso podríamos aclimatarnos. Pasados mil años, un diablo nos pregunta con cara de circunstacia si sufrimos todavía. Le contestamo que la parte de rutina es mucho mayor que la parte de sufrimiento. Por fin llega el día en que podríamos abandonar el infierno, pero enérgicamente rechazamos tal ofrecimiento, pues ¿ quién renuncia a una querida costumbre?

Virgilio Piñera (1912-1979)

3 comentarios:

Carmen dijo...

Virgilio Piñera fue, además, muy amigo de otro poeta homosexual, renegado de la dictadura de Castro: Reinaldo Arenas.

Triste y bonito texto el que has elegido. Gracias por traerlo.

Un abrazo,

richard dijo...

Please do not use my photographs without permission or attribution.

José María. dijo...

Excuse me but the Author´s name are given when you click on the photos and they will be opened.

José María.