jueves, 13 de agosto de 2009

SALDO.


Antonio Martínez Sarrión es uno de mis escritores de cabecera; suelo buscarlo por " calles" no conocidas y en rincones del alma no plisados. Esta tarde, después de Gracq, me he tomado un té con sus versos.

" Duró poco, como era de prever.
Aún menos, como diría el clásico,
que la verdura en las eras. Quedan,
en la herida memoria
-esa puta borrosa conforme caen los años-
la noche en aquel faro
viendo entrar las falúas en el puerto,
algún afortunado calembour,
la fría y lluviosa vez
en que con gran ternura la cobijé en mi abrigo,
el circo de la nieve en el Paular
mantenido a distancia por la flor del almendro
que purísima ardía aquel marzo precoz.
Pienso un poco más. Si preferís
otro balance bien podría ser este :
la estrella de la tarde hecha pedazos
y el vendaval de vidrios en mi cara,
dos docenas de orgasmos no siempre compartidos
y una plausible tregua para el hígado "

Antonio Martínez Sarrión.

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