Hay demasiados incendios, y sólo me gusta el que trae el poema.
" Nunca se extingue el humo que sale de tu boca,
lo miro retocerse, viciar tan misterioso
la escasa luz que irradia la ventana.
Y ese espeso silencio que exhalas, de repente,
también adquiere forma de voluta,
su espiral se acrecienta hasta inundar la estancia.
Ya no busques palabras en el suelo.
De qué vale llorar; calla; no digas nada,
y apaga tu cigarro contra mi corazón "
Javier Vela.
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