En este último abril murió Antonio Pereira, un escritor casi desconocido y muy bueno. Esta noche leo su poesía y aparecen veranos de membrillos.
" Escójanse los sanos y amarillos
membrillos del montón que alza su aroma.
Luego cocer,
cortar hasta arrancarle
al fruto el corazón
bajo la piel rugosa.
Póngase-con amor- todo el azúcar
que cabe en unas manos generosas.
Colóquese en los tarros transparentes
la dulce carne, suavidad de rosa.
Guárdese en el silencio de la casa,
con los huecos amantes de la sombra
...Hasta que la tarde larga de un verano
que traiga al hijo,
de la mar remota "
Antonio Pereira (1923-2009)
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