Hay muchos tipos de mercenarios. El del poema de Pérez Azaústre, es el que me gusta.
" Después de tantas puertas has llegado
a la entrada bendita de la infancia.
Notarás que las rejas de la casa
te estudian sin saber que fuiste un niño
que soñó tocar el mundo desde ellas,
voló en tantas vidas para ver
nuevos bosques creciendo tras la lluvia.
Dejaste en estas piedras largas sombras.
Nada ha cambiado mucho desde entonces.
Blanco sol de invierno, la luz muda.
Un estar contemplando sin descanso.
Tu olvidado destino de vigía "
Joaquín Pérez Azaústre.
( Foto de Eva Besnyö )
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