Mañana ajetreada de trabajo y de migraña. Dos días con la cabeza aturdida, pesada.
Con una infusión de manzanilla y unas gotas de anís, " La realidad y el deseo ".
" La noche por ser triste carece de fronteras.
Su sombra, en rebelión como la espuma,
rompe nudos débiles
avergonzados de blancura;
noche que no puede ser otra cosa sino noche.
Acaso los amantes acuchillan estrellas,
Acaso la aventura apague una tristeza.
Mas tú, noche, impulsada por deseos
hasta la palidez del agua,
aguardas siempre en pie quién sabe a cuáles
ruiseñores.
Más allá se estremecen los abismos
poblados de serpientes entre pluma,
cabecera de enfermos
no mirando otra cosa que la noche
mientras cierran el aire entre los labios.
La noche, la noche deslumbrante
que junto a las esquinas retuerce sus caderas,
aguardando quién sabe,
como yo, como todos "
Luis Cernuda ( 1902-1963 )
( Foto de Jason Langer )
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