César Antonio Molina es un viajero que observa primorosamente el alma de las ciudades, sus rincones perdidos, sus destellos olvidados.
" Se posa una manzana sobre un plinto
de mármol del jardín, cuando anochece. Hermosa de
color. Madura en el semblante. Cóncava a cualquier
luz, etérea.
Quien la muerde no encuentra
sino la ceniza de ciudades incendiadas "
César Antonio Molina.
( Foto de Endre Friedmann )
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